lunes, 30 de junio de 2008

Mas allá del puente del arcoiris

Luthién
Medio ciega, enferma del corazón y con el sistema nervioso mal, salvada de ser tirada a un canal por un cazador, y con la fortuna de ser adoptada por una mami estupenda con la que llevó una vida plena y sin problemas, hasta que a los 10 meses su corazón se paró.

Can
Toda una vida de sufrimiento, atado a una cadena sin conocer el cariño, dejado en la perrera para morir, por fin fue adoptado, costó mucho tiempo pero encontró una familia maravillosa, aunque por desgracia le duró pocos meses pues su higado tenia cancer y nos dejó. La vida nunca fue justa con él, solo en sus ultimos meses pudo conocer la que era la felicidad

Chihiro
Abandonada en la calle, maltratada, en la perrera, tirada casi sin vida... todo esto con solo 2 meses, luchó y se recuperó, pero siempre caía, nunca terminaba de salir adelante, hasta que decidió dejarnos, la cachorrona tonta y buenaza demasiado buena para este asqueroso mundo.

Grissom
Otra pequeña y fragil vida inocente que se fue sin poder hacer nada, el pequeñin con el corazón mas grande, demasiado grande, ese era su problema, por eso se marchó para siempre. Solo vivió 1 mes, pero dejó una huella muy grande, era especial.

Indy
Llevaba 1 semana atropellado sin que nadie se apiadara de él, estaba paralizado de las patas de atrás, tenia als uñas destrozadas y ensagrentadas de arrastrarse para andar, los testiculos destrozados, la vegija a reventar... y tenia inmunodeficiencia, solo pudimos darle unos ultimos minutos de descanso antes de dejarle partir.

Lilo
Una pequeña luchadora abandonada con 1 dia de vida bajo la lluvia, estuvo malita pero luchó, lo intentó y vivió 1 mes, pero su cuerpecito era demasiado debil y pequeño para este maldito mundo, una noche esos ojitos grandes se apagaron para siempre.


Sasha
Tirada debajo de un banco en una estacion, temblando de frio en pelnas navidades, muerta de miedo y con cara de terror sin que nadie se parara a recogerla. Pero de poco la sirvió que la acogieramos, quien sabe que la pasaria, solo ella conocia el sufrimiento y el dolor que tendria, pues 3 dias después nos dejó tal como vino, sin hacer ruido.

Zira
La abuelita, abandonada a sus 13 años en una jaula de una perrera por unas malditas vacaciones, alli empezó su muerte, no queria casi comer ni vivir, la sacamos y se fue animando poco a poco, pero estaba malita, tenia piometra y como casi no comia el higado destrozado, ella no quiso vivir y nos dejó, quizás acordandose de su anterior dueña, esa que la abandonó sin reparos cuando mas la necesitaba.



Mas allá del puente del arco iris

A diferencia de la mayoría de los días en el Puente del Arco Iris, este día amaneció frío y gris. Los recién llegados al puente no sabían qué hacer, pues nunca consideraron que amaneciera ese día. Pero los animales que habían estado esperando durante más tiempo a sus personas queridas para acompañarles a través del puente sabían qué sucedía, y comenzaron a congregarse en el camino que conducía al puente.

En esto se vió venir un perro viejo, cabizbajo y con la cola caída. Se acercó lentamente, y aunque no mostraba signos de lesión o de enfermedad, sufría un gran dolor emocional. Al contrario que a los animales congregados a lo largo del camino, no se le había restaurado a la juventud y al vigor al llegar al puente. El pobre perro se sentía fuera de lugar, y sólo deseaba cruzar cuanto antes y encontrar la felicidad. Pero al acercarse al puente, un ángel le cerró el camino, se disculpó y le explicó que no se permitía pasar a un perro viejo, cansado y con el espíritu quebrantado. Solamente a los animales acompañados por su gente les estaba permitido cruzar el puente.

No teniendo a nadie, y sin otro sitio donde ir, el perro caminó penosamente hacia el campo frente al puente. Allí encontró otros como él, viejos o enfermos, tristes y desalentados. A diferencia de los otros animales que esperaban para cruzar el puente, estos animales no corrían ni jugaban. Sencillamente estaban echados sobre la hierba, mirando fijamente y con desesperanza el camino que cruzaba el Puente del Arco Iris. El viejo perro ocupó su lugar entre ellos, mirando el camino y aguardando, sin saber realmente qué esperar.

Uno de los perros recién llegados al camino del puente preguntó a un gato que llevaba allí bastante tiempo qué era lo que sucedía. El gato contestó: "esos pobres animales fueron abandonados, desechados, o dejados en refugios, pero nunca encontraron un hogar en la tierra. Sólo tuvieron el cariño de un "rescatador". Al no haber tenido una persona propia a la que amar, no tienen nadie a quien escoltar a través del Puente del Arco Iris."

El perro preguntó al gato, "entonces qué sucederá a esos animales?" Antes de que el gato pudiera contestar, las nubes comenzaron a abrirse y el frío dió paso a un sol brillante. El gato dijo, "mira y verás". En la distancia apareció una persona y, al acercarse ésta al puente, los animales viejos, enfermos y tristes que estaban echados en el campo se vieron bañados en una luz dorada. De repente todos se volvieron jóvenes y sanos, y se pusieron en pié, esperando saber cuál sería su destino.

Mientras, los animales que esperaban en el camino inclinaban sus cabezas según se les iba acercando la persona. Para cada frente inclinada, la persona tenía una rascadita o una caricia.

Entonces, uno por uno, los animales ahora jóvenes y sanos del campo se pusieron en fila tras la persona. Juntos caminaron a través del Puente del Arco Iris a un futuro de felicidad y de amor indiscutible.

El perro del camino preguntó al gato, "qué acaba de suceder?" El gato respondió:
"Esa persona era un . Los animales congregados a lo largo del camino e inclinados en muestra de respeto son los que encontraron hogar definitivo gracias a los . Cruzarán cuando su gente llegue al Puente. Aquí la llegada de un rescatador es un acontecimiento grande y solemne, y en tributo a ellos se les concede realizar un acto final de rescate. Se les permite escoltar a todos esos pobres animales que no encontraron familia en la Tierra a través del Puente del Arco Iris, hasta el Cielo."

El perro meditó un momento, y luego dijo, "me gustan los rescatadores!". El gato sonrió y contestó, "También al Cielo, amigo mío. También al Cielo".

Dedicado a todos los rescatadores. Sin ellos la vida no sería lo mismo.